6.126 - QUIERO VOLAR...
COM
Quiero volar
encima de las olas
sobre tus alas.
Es como un sueño,
el beso de la brisa
y del salitre.
Pero contigo,
será todo posible,
mi mariposa.
Iremos juntos,
soñando como niños,
en su inocencia.
Y llevaremos
caricias en los labios
con nuestros besos.
Serás mi guía,
la tierna compañera
en quien confío.
Y notarás
el sueño de mis ojos
ya muy cansados.
Te animaré
con cuentos y leyendas
de mis recuerdos.
Y llegaremos,
un día a la montaña,
tan añorada.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/02/25
6.125 - ¿A QUIÉN VAN TUS VERSOS...?
COM
(Dedicado a María Rosa, ya que un comentario suyo ha dado motivo al nacimiento de estos versos.)
"...A quienes van tus versos",
preguntan a un poeta,
los labios invisibles
que mandan las estrellas.
Son besos y suspiros,
responde con presteza,
de un hombre enamorado
y el niño que en él lleva.
Amante de la vida
y amante de la tierra,
de esas pequeñas cosas
que vibran y le alteran.
Son esos sentimientos
que están en cualquier puerta,
ocultos tras los labios
con risas sin respuestas.
Hay rosas primorosas
que lucen mañaneras.
y hay otras marchitadas
tiradas en cunetas.
A todas se las quiere
por su razón y esencia,
y añoran esos besos
en "versos" con su letra.
Pequeñas mariposas
que pasan y que vuelan,
llevando nuestros sueños
mezclados con leyendas.
Recuerdos de los juegos
de niños y cometas,
corriendo por las playas,
sellando su inocencia.
"A quienes van tus versos,
me digo, y no hay respuesta,
pues son algo que nacen
y el alma así lo expresa
por medio de unos labios
que dictan y que versan,
aquello que en el pecho
le dicta la conciencia".
La vida ya se apaga
y el niño, entre la niebla,
ve sombras del presente
que invitan a la siesta.
Es fácil que, en el fondo,
él busque su princesa,
aquella que Darío
mostró con mano diestra.
(...Ingenuo es este hombre
y el niño que en él lleva,
los versos son suspiros
que escapan de las venas...)
Rafael Sánchez Ortega ©
23/02/25
6.124 - DIBUJO UNOS SIGNOS...
COM
Dibujo unos signos
y nacen los versos,
con letras cansadas
que trazan mis dedos.
No sé lo que escribo
ni sé lo que dejo,
en esta cuartilla
que mancho con celo.
Quizás de una rosa
que un día de invierno,
temblaba de frío
muy sola en el huerto.
Tal vez de la infancia
perdida en el tiempo,
y algunos retazos
que surgen de lejos.
Es fácil que el frío
congele mis sesos,
la mente vacile
y escriba a los ciegos.
Las letras me dicen
que siga el intento,
con mil garabatos
cruzando bocetos.
No sé si la rima
saldrá como quiero,
ni sé si las letras
tendrán ese "metro"...
La eterna medida
del joven poseso,
que rima, que mide,
y sale contento.
¡Qué empeño tan grande
contar en los versos,
por labios gentiles
que buscan los besos!
Y el beso de plata
se escapa a los cielos,
"suspiran las almas
al verle tan lejos".
Rafael Sánchez Ortega ©
22/02/25
6.123 - AQUELLA IGLESIA...
COM
Aquella iglesia,
de grandes ceremonias,
está vacía.
Y sus campanas
quedaron en silencio,
por mucho tiempo.
Las viejas piedras,
con muros carcomidos,
guardan las sombras.
Hasta el silencio,
recorta las miradas,
y te estremece.
Hoy son leyenda,
los ratos y recuerdos
allí vividos.
Días de fe,
de búsqueda y promesas,
y confesiones.
También sonrisas,
en forma de respuestas,
a tu inocencia.
Pero los sueños
de tantas primaveras
se marchitaron.
Y en esos bancos
quedaron los latines
y padrenuestros.
Y tú volaste,
marchando de la iglesia
con tu utopía.
Aquella iglesia,
de infancia ya lejana,
sigue en tus versos.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/02/25
6.122 - ESTÁS AQUÍ...
COM
Estás aquí,
muy cerca de mi lado,
aunque invisible.
Y no te ven
mis ojos hoy nublados
por tanta bruma.
Pero te siento
y noto tus latidos
entre mis dedos.
Son de tu mano
que llevo entre las mías
y que acaricio.
Quiero el silencio
y el beso de tus labios
junto a la brisa.
Y es que la vida
me llega en las caricias
que tú me dejas.
Son amapolas,
pequeñas margaritas
y algunas rosas.
Y van contigo,
y tú me las regalas
con unos versos.
Y así, el poema,
empieza con el día
y cobra vida.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/02/25
6.121 - SENTÍ TU MARCHA...
COM
Sentí tu marcha
quedando entristecido
con mis recuerdos.
Tú me dejaste
la sombra, suplicante,
de mi silencio.
Y te perdí,
un día, como tantos,
en que te fuiste.
Alzaste el vuelo,
dejándome en la tierra
con mis pecados.
Fueron dos lágrimas,
brotando, temerosas,
las que me hablaron.
Gritaba el alma
pidiendo que corriera
detrás de ti.
Que detuviera
el vuelo solitario
de tu poema.
Y tuve miedo.
La voz, de mi garganta,
nunca brotó.
Y así perdí,
la luz de tu mirada
y tu sonrisa.
Por eso estoy
un tanto avergonzado
de mis recuerdos.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/02/25
6.120 - ¿VOLVERÁ TU SONRISA...?
COM
¿Volverá tu sonrisa
a mi lado, de nuevo,
con la voz agraciada
que estremece mi cuerpo?
¿Volverán, me repito,
esos pasos ligeros,
caminando a mi lado
y también en su vuelo?
No lo sé, mariposa,
y es difícil saberlo,
y esta dura pregunta
yo la hago a los cielos.
Te marchaste un buen día,
separando tu vuelo,
de la triste figura
de un poeta sin versos.
Y quedó solitario,
pensativo y con miedo,
aquel niño, ya hombre,
y de aspecto travieso.
Se quedó sin billete
para ir a tu encuentro,
y volar a las nubes
y gozar en mil sueños.
Un espejo partido
le dejó mil reflejos,
con la sangre en el alma
aflorando en su pecho.
Y unas letras, temblando,
de sus dedos salieron,
invocando tu nombre
con cariño y respeto.
¿Volverá tu sonrisa?,
hoy repite este ciego,
lazarillo sin patria
en el mes de febrero?
Rafael Sánchez Ortega ©
18/02/25
6.119 - LA VIEJA CASA...
COM
La vieja casa
mostraba sus paredes
envejecidas.
Muros de piedra,
fachada impresionante,
con balconada.
Unos escudos
mostraban orgullosos
tanta hidalguía.
Restos de armas
y honores de otros tiempos,
hoy ya dormidos.
¡No, no es mi casa,
estaba muy cerquita,
de mi morada!
Y es que mi hogar,
en ella se fijaba
para crecer.
Era un espejo
luciendo día a día
con cierta envidia.
Allí crecí,,
en ella vine al mundo
y así viví.
Quiero esas piedras,
son parte de mi vida
como las mías.
"La vieja casa,
hoy llora, solitaria
y abandonada"
Desde mi hogar
la miro y la remiro
y hasta suspiro.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/02/25
6.118 - BUSCO LA LUZ...
COM
Busco la luz
que guíe mi camino
en plena noche.
Y no la veo,
las sombras y las brumas
es lo que tengo.
Busco un rincón
en casa abandonada
para dormir.
Y no lo encuentro,
me esperan las estrellas
al cielo raso.
Busco la paz
que el alma necesita
para vivir.
Y está muy lejos,
en sueños y utopías
de algunos cuentos.
Busco al amor,
sincero y con mayúsculas
y se me escapa.
No quiere verme,
me habla sin palabras
con su silencio.
Me siento triste,
y es algo inevitable,
hoy lo confieso.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/02/25
6.117 - MIRABA AL MAR...
COM
Miraba al mar
con ojos muy cansados
aquel anciano.
Sobre las olas,
saltaban, juguetonas,
varias chalupas.
Hoy faenaban
muy cerca de la playa
y las resacas.
Tiempos atrás,
el hoy espectador,
fue marinero.
Y compartió
las horas y los días
en la faena.
Hoy, comprendía
al hombre que buscaba
su subsistencia.
Y es que la mar,
cruel y despiadada,
guarda tesoros.
Piezas de peces
se cambian por dinero
para vivir.
Y en ese trueque,
subasta de las lonjas,
ellos confían.
¡El hombre, el mar,
la brisa del nordeste
y las chalanas!
Y una sonrisa,
robé de aquel anciano
con sus recuerdos.
¡Cuántas jornadas,
vividas y bregadas,
con sus chalanas!
Rafael Sánchez Ortega ©
15/02/25
6.116 - UN DÍA ESPECIAL...
COM
Un día especial,
comenta la gente,
es día de amor
y besos silvestres.
Palabras y escritos
que lanzan lo muelles,
saliendo de labios
y dedos inertes.
Se marca una fecha,
se compra y se bebe,
se gritan piropos
y el alma se duerme.
Y así pasa el día,
tranquilo y sin nieve,
llevando a los ojos
la luz que los cierre.
Benditas palabras,
si ciertas lo fueren,
más todo es mentira,
murmullos soeces.
Quizás, esta fecha,
alguien la celebre
y brinde y sonría
mirando al oeste.
La tarde que marcha,
la brisa que mueve,
las ramas del árbol
vestidas de verde.
Y el beso se escapa,
del labio que muere,
sin risas ni gritos,
quedando a su suerte.
El día especial,
pasó y es ausente,
y aquí nos quedamos
mirando cipreses.
Siluetas altivas,
cercanas y breves,
que lanzan susurros
al aire que viene.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/02/25
6.115 - AQUELLAS PIEDRAS...
COM
Aquellas piedras,
labradas por los hombres.
hoy las recuerdo.
Siguen latentes
en forma de paredes
y contrafuertes.
Son las murallas
y torres de defensa
de los castillos.
Hasta en casonas
con arcos y ventanas
muy señorales.
Fueron talladas
por manos venerables
de los canteros.
Y en ellas siguen
retazos de una historia
que fue la nuestra.
Letras y piedras,
unidas en relatos
hoy siguen vivos.
Yo las contemplo,
las veo y las admiro
y también sueño.
Es el pasado,
me digo y estremezco,
que está presente.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/02/25
6.114 - HOY PIENSO EN TI...
COM
Hoy pienso en ti
y lo hago en la mañana
que está llegando.
Porque amanece,
la noche se retira
para dormir.
Da paso al día
y una nueva jornada
se nos ofrece.
...Y pienso en ti.
Lo hago con tristeza,
desde el recuerdo.
Es imposible
que olvide esos momentos
y tu persona.
Has sido y eres,
la musa de mis versos,
sin tú saberlo.
Desde el silencio,
que guardo muy adentro,
grito tu nombre.
Es un susurro,
cual llama, vacilante,
de lo que siento.
Porque te amé,
y te amo, sin palabras,
desde muy lejos.
Yo sé que nunca,
oiremos los suspiros,
que dan los tilos.
Ni volaremos
por sendas y caminos,
como en los versos.
Y es que tú estás,
presente en mis latidos,
y vas conmigo.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/02/25
6.113 - ESTOY SENTADO...
COM
Estoy sentado.
Cansado de la vida,
no tengo fuerzas.
Y tengo miedo.
Espero tu llegada
desde el invierno.
Atrás quedaron
preciosas primaveras
con tantos sueños.
Luego veranos
con dulces realidades
siempre latentes.
Y esos otoños,
de bellos coloridos
para los ojos.
Pero el invierno,
llegó con sus nevadas
y barbas blancas.
Termina el ciclo,
me dicen los susurros,
de los cipreses.
Y yo suspiro,
el miedo me atenaza.
No tengo fuerzas.
"Ya queda poco",
me digo en el silencio,
"estás muy cerca"
Y es que, en la nada,
nacieron unos versos
cobrando vida.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/02/25
6.112 - BUSCABA A LA LUNA...
COM
Buscaba a la luna,
de noche, en el cielo,
quería su cara,
tan linda, y su ceño.
Carita rosada
con blancos cabellos,
que mira y sonríe
dejándonos sueños.
Son sueños de niños
y hombres sinceros,
relatos sencillos,
susurros al viento.
Se duermen los robles,
las hayas, los fresnos,
también los castaños
y álamos negros.
Estaba en el bosque
mirando a lo lejos
y vi las estrellas
temblar un momento.
Buscaban la luna
mis ojos inquietos,
los ojos del niño,
poeta travieso.
¡Qué instante tan grande,
precioso y eterno,
viví aquella noche,
tranquilo y sin miedo!
Quería a la luna
y ansiaba sus besos,
las tiernas caricias
de labios y dedos.
"Lunita de plata
no escondas tu velo,
y deja que vea
tu rostro sereno"
"Yo quiero tu canto,
tu risa, tus cuentos,
la nana en la noche,
dormir con tus versos"
Rafael Sánchez Ortega ©
10/02/25
6.111 - SONABAN LAS CAMPANAS...
COM
Sonaban las campanas
del viejo monasterio,
que estaba en la colina
haciendo de farero.
Servía de vigía
velando por el celo
de algunos peregrinos
que andaban los senderos.
Tenía, entre sus piedras,
nostalgia de otros tiempos,
retazos de la historia
vivida por ancestros.
Sus muros contenían
latín y padrenuestros,
uncidos por el hombre,
durmiendo por los suelos.
Las viejas catedrales,
volvían al recuerdo,
sacadas de relatos
de padres y de abuelos.
¡Qué día tan precioso
dejaba este febrero,
con nieve por los montes
y nubes bajo el cielo!
Estampa precursora
de ratos y momentos,
en nuevas primaveras
inquietas con sus sueños.
El sueño de los niños
que viven, de pequeños,
un mundo de utopías
sin límites ni tiempos.
Sonaron las campanas
y tú quedaste quieto,
pensabas en los ojos
que tú ofreciste un verso.
"...Un verso vida mía,
es todo lo que tengo,
un verso a tus pupilas
dedican hoy mis dedos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/02/25
6.110 - VEO LAS NUBES...
COM
Veo las nubes
y tomo su sonrisa
de la mañana.
Son nubles blancas,
de aspecto debilucho
y estimulante.
Anuncian tiempo
de un día apetecible,
en pleno invierno.
Así la nieve,
se asoma, en las montañas,
bajo las nubes.
En el paseo
que dan de madrugada,
dejan caricias.
Su suave roce,
susurros sin palabras
y algún suspiro.
Y todo esto,
que escribo y que imagino,
me dan las nubes.
Versos que nacen,
latidos de la vida,
y poesía.
Por eso el día,
de invierno y de febrero,
llama a la puerta.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/02/25
6.109 - NO VOLVERÁN...
COM
No volverán
mis ojos a buscarte,
mi mariposa.
Ni viajaré,
subido entre tus alas,
por los senderos.
Me quedaré
mirando como pasas,
siempre en silencio.
Me guardaré
los besos y caricias
como un buen sueño.
Y rezaré
al Dios que está en los cielos
por que te cuide.
Apuraré
el tiempo que me queda
para ir de viaje.
Y escribirá
la tinta de mi sangre,
breves poemas.
Porque te amé
y te amo todavía,
nunca lo dudes.
Pero se van,
mis fuerzas con mi cuerpo,
a descansar.
Y quiera Dios,
tomarme y perdonarme
de mis pecados.
Y tú, mi amor,
perdóname, si puedes,
y te hice daño.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/02/25
6.108 - TE VI QUE LLEGABAS...
COM
Te vi que llegabas,
un día cualquiera,
con paso tranquilo,
por nuestra alameda.
La cara, con frío,
mostrabas muy seria,
tal vez por el sueño,
vencido y a medias.
Volaron los míos
al verte tan cerca,
brotando saludos
de alguna manera.
Silencio, en tus labios,
fue toda respuesta,
quizás concentrando
tus pasos y fuerzas.
Aceras mojadas
y bancos de piedra,
con manto y rocío
miraban la escena.
Y tú, casquivana,
pasaste a mi vera,
dejando en tus labios
la miel sobre hojuelas.
Un largo suspiro
surgió tras mi lengua,
subiendo del pecho
el verso y la cera.
El verso del hombre
que amaba de veras,
la cera del niño
y el hombre que sueña.
Eterna pregunta,
grandioso dilema,
amar a los versos
que forma el poema.
Silencio en el alma,
calor en las venas,
la sangre se agita
y el pecho se altera.
"...La vida es un verso,
y el día comienza,
igual que tu vida
con besos de seda..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/02/25
6.107 - CUÍDATE UN POCO...
COM
"Cuídate un poco",
dijiste, sin palabras,
aquella tarde.
"Hazlo por mi,
te quiero y necesito,
siempre a mi lado"
Y me marché,
al mundo que buscaba
mi fantasía.
Era consciente,
y tú ya lo sabías,
del largo adiós.
Por una parte
rompía las cadenas.
¡Quería marchar!
Por otro lado
sabía que ese viaje
sería largo.
Que romperían
el tiempo y el silencio
los sentimientos.
Que los cristales
un día llorarían
con tu mirada.
Y que la mía,
temblando buscaría
la luz perdida.
"Cuídate mucho",
también yo repetía,
y no me olvides.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/02/25