4.863 - UNA DISTANCIA...



Una distancia

muy débil, te separa,

del mar azul.


Ahí le tienes,

tan cerca que, tus manos,

pueden tocarle.


Mojar tus dedos

con olas de sus labios

siempre vibrantes.


Desde la playa

le ves y le contemplas

con devoción.


Es ese mar,

azul y verde oscuro

de los relatos.


Él, en tus sueños,

te inspira y te subyuga

profundamente.


Y al mar te entregas,

te abrazas a sus algas

y te estremeces.


Quieres su fuerza,

vibrar en su oleaje

y en su pasión.


Dormir en él,

por siempre, entre sus brazos,

y eternamente.


Rafael Sánchez Ortega ©

30/10/21

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