6.074 - AUNQUE EL DÍA ACABE...
Aunque el día acabe
y la noche llegue
tú vendrás conmigo
a pisar la nieve.
De las negras sombras
llamará la fuente,
con el grifo abierto
y su rezo breve.
Y hacia ella iremos
con el paso alegre,
la sonrisa austera
por el campo verde.
Beberán los labios
ese beso ausente,
con el agua fresca
que a la sed se lleve.
Y con ese néctar
bajará la fiebre
de la sangre altiva
y quizás ardiente.
Y seremos niños,
otra vez, si quieres,
juntando en la noche
los sueños pendientes.
Serán sin palabras,
rozando las sienes,
los besos, sin nombre,
de amor, en septiembre.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/01/25
6.073 - SONRÍEN LOS CIELOS...
Sonríen los cielos
en esta mañana
y un cierto optimismo
nos deja en el alma.
Hoy suenan timbales
en zonas lejanas,
que, en breve se acercan,
por calles y plazas.
Serán ya, los Reyes,
se dice y se habla,
o puede que Pajes,
alegres que pasan.
Pastores y niños
proclaman sus ganas,
de ir a su encuentro
y verles las caras.
Asoman estrellas
luciendo sus galas,
guiñando los ojos
traviesos, con galas.
La luna sonríe
con manto de plata,
y envía un abrazo
con orla de escarcha.
Se notan suspiros,
también esperanzas,
y algunos susurros
en niños que cantan.
Hoy vuelven recuerdos
de tiempos y etapas,
con niños nerviosos
que antaño esperaban.
Y así, viejos sueños,
resurgen y claman,
pidiendo a los Reyes
algunas migajas.
Migajas y sueños,
sonrisas doradas,
que animen los ojos
del niño en su casa.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/01/25
6.072 - LA NIEBLA NO QUIERE...
La niebla no quiere
dejar a los campos,
el suelo se carga
de lluvia y de barro.
En esta mañana,
de invierno en, que estamos,
enero nos dice
que pasa de largo.
Que corren los días
y no nos durmamos,
que el tiempo se pasa
y viene otro año.
La vida prosigue
y deja de lado,
las fiestas, las luces,
comidas, regalos...
Fragmentos de tiempo,
segundos robados,
que ya son historia,
con ecos y pasos.
Vivimos la vida
con freno de mano,
vagando sin rumbo
por pisos con fango.
Y obviamos suspiros,
susurros alados,
huyendo de un mundo
que escapa a las manos.
La niebla, en los ojos
nos ciega en el llanto,
y así precisamos
el beso y el labio.
El labio del cielo
y el beso robado,
igual que un poema
que emite su canto.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/01/25
6.071 - DE NUEVO EL SILENCIO...
De nuevo el silencio
inunda las calles,
no hay gritos de niños
ni vuelos de aves,
tampoco camiones,
ni coches que pasen.
Comienzan los días
del año y las clases,
están silenciosas,
vacías, sin nadie,
pues hay vacaciones
de niños y padres.
Se nota el invierno,
los días que nacen,
con esos colores
tan tristes y graves
que arrancan suspiros
de niños y grandes.
Se visten los cielos
con ropas saudades,
y asoman recuerdos,
que están en desvanes
guardados, con mimo,
con celo del viaje.
Prosigue la vida
el día que nace,
y asoman, temblando,
los ojos audaces,
aquellos que vibran
mirando el paisaje.
Y tú te consuelas,
poeta del aire,
buscando en la niebla
el verso que pase,
aquel que, en la bruma,
perdió su romance.
Le ofreces un beso,
tu pluma y tu sangre,
le das tu cariño
de amigo y compadre,
y viaje en tus labios
por tierra y por mares.
Rafael Sánchez Ortega ©
02/10/25
6.070 - ABRIR LAS PUERTAS DEL ALMA...
Abrir las puertas del alma,
buscar, tras ellas, silencio,
con esa paz y alegría
del ya, presente, año nuevo.
Es lo que hacen los hombres,
en cada año, en enero,
para encontrar, asombrados,
solo el producto de un sueño.
Sueño que nace en la infancia,
y se renueva en el tiempo,
con cada año que pasa
en un feroz adulterio.
Así se mezclan ideas
con realidad y deseos,
para buscar en tinieblas
esos regalos y anhelos.
Y confundimos la vida
con los milagros del cuento,
en la febril esperanza
de conseguir algo bueno.
Pero a los Reyes soñados
no les importan los rezos,
ni las palabras veladas
de tantos labios con miedo.
Siguen, sin prisa, el camino,
de regresar a sus reinos,
tras visitar en la tierra
ese Belén de los cielos.
Y abajo quedan los hombres
con tantos niños hambrientos,
intercambiando las risas,
por unos llantos sinceros.
Pasan los días, en tanto,
cesan los cantos y sueños,
sigue el trabajo y el hombre
vuelve a la vida, despierto.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/01/25
6.069 - SE VA QUEDANDO VACÍO...
Se va quedando vacío
el desván de los recuerdos
y ya se ven telarañas
por las paredes y techos.
Es un rincón venturoso
en donde duerme el silencio
y le acompaña utopías
con los retales del sueño.
Sueños que fueron creados
en diferentes momentos,
y con personas variadas
con sus sonrisas y miedos.
Y allí quedaron los días
con los segundos inciertos,
y las palabras sin nombre
que devolvieron su eco.
Hoy que, detengo mis pasos,
veo el desván que recreo,
y hasta retorno a esos días
con sentimientos diversos.
Puede sentir la alegría
y hasta el dolor del acero,
pero seguí caminando,
con el amor en el pecho.
Era la búsqueda amarga,
de la pasión y el deseo,
juntos, siguiendo la senda
que se perdía en el cielo.
Y así sentí que mis labios
balbuceaban "te quieros,
y recibían respuestas,
desde el silencio, con besos.
Era la etapa dorada
de juventud y aire fresco
que devolvía la vida
a quien seguía sus versos.
Porque el poema soñado,
estaba cerca, y no lejos,
y se prendía en el alma
y allí gritaba, en silencio...
Rafael Sánchez Ortega ©
01/01/25
6.068 - ABRIR LOS OJOS...
Abrir los ojos y despertar
al día, que comienza.
Dar unos pasos vacilantes
por la nueva senda
que se ofrece ante nosotros.
Saludar a la vida, sin palabras,
y con una sonrisa en los labios.
Contemplar la mariposa
que pasa y recoger el suspiro
e invitación para subirte en sus alas
y volar al infinito.
...Y soñar,
¡soñar sin descanso!
como el niño que fuiste
y que sigues siendo,
a pesar del tiempo y de la edad!
Gracias a la vida y al destino
que te ofrece este regalo,
en otro año, en otros días,
con compañeros,
amigos y familia a quien quieres
y te sientes unido
en un lazo indivisible de cariño.
Bienvenida poesía,
amiga y compañera,
a pesar del tiempo transcurrido.
Llévame y llévanos lejos, para
disfrutar de este regalo maravilloso,
para conseguir el suspiro de la vida,
para sentir el abrazo y el latido
de la naturaleza y de tu esencia.
Pero, sobre todo, para conseguir,
que mi corazón siga latiendo
con el fluido mágico de tus versos
de la vida, que está en el tiempo,
y que éste me regala, cada día,
para cubrir la necesidad imperiosa
que mi corazón necesita.
Te quiero, Amor, te quiero
y necesito, día tras día,
y es lo que te pido para este
año que comienza.
Rafael Sánchez Ortega ©
010125