ME ACUSASTE DE EGOÍSTA

Me acusaste de egoísta
una noche de tormenta,
y me quedé entristecido
en la noche oscura y negra.

Es posible que a tus ojos
egoísta, así me vieras,
pero entiendo que no viste
lo que el pecho guarda y lleva.

Hay suspiros en el alma
contenidos con cadenas,
y la sangre, presurosa,
corre pronto por mis venas.

Me acusaste de egoísta
y de ser un calavera,
de correr tras las mujeres
con mis versos y mis letras.

Pero hay algo que te olvidas,
aunque tú no te lo creas,
soy amante de la vida,
de los hombres y la tierra.

Si ese amor es egoísmo,
no me importa mi ceguera,
para mi nada reclamo
y doy siempre sin reservas.

Me acusaste de egoísta
consiguiendo mi sorpresa,
me dolieron tus palabras
y lloré sin que supieras.

He llorado como un niño
entre versos y poemas,
he dejado que las lágrimas
en mis letras se vertieran.

No fue frase afortunada,
ni creí la mereciera,
pero fueron tus palabras
inundándome de pena.

"...Me acusaste de egoísta
y olvidaste soy poeta,
poesía y egoísmo,
no van juntos se detestan..."

Rafael Sánchez Ortega ©
11/05/10

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