NO QUISIERA PENSAR EN MIS PESARES

No quisiera pensar en mis pesares
ni caer en lo absurdo de la vida,
a veces nos agobian las tinieblas
y somos marionetas de las mismas.

Es cierto que la vida es un presente
con cosas que suceden cada día,
vivimos en tensión esos minutos
que aumentan con las horas transcurridas.

Queremos que transcurra ese presente,
que gocen nuestras almas de alegría,
que surjan las alegres mariposas
buscando las floridas margaritas.

Queremos simplemente que las almas
encuentren esa paz que necesitan,
queremos ese labio que nos bese,
la mano que nos deje sus caricias.

Más somos marionetas del destino
y él hace y confecciona nuestras citas,
queremos muchas veces imposibles
en vez de aquella entrega tan sencilla.

Creamos el Olimpo de los dioses
con sueños e ilusiones renacidas,
y al mismo transportamos nuestras flores
que luego, con el tiempo se marchitan.

Un día nos miramos al espejo
y vemos nuestras almas que suspiran,
reprochan las miradas las ausencias,
la carga en el camino compartida.

Reprochan que no demos lo que somos,
y piden con miradas intranquilas,
los ojos que lucieron como estrellas
con fiebre refulgente en las mejillas.

¡Ay tierno corazón, detén tu paso
y sécate paciente la pupila,
no dejes que te abrace la tristeza
y amando sin cesar, vive y respira!

Rafael Sánchez Ortega ©
10/05/10

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