HAY CICATRICES ETERNAS...



Hay cicatrices eternas
que no se curan y sanan,
porque perduran, latentes,
y para siempre en el alma,
quiere callarse la sangre
y así apagarse su brasa,
pero la herida que fluye
sigue el perfil de las llamas,
y es que la flecha cautiva
queda en el pecho clavada
y aunque arrancarse pudiera
es laboriosa su causa,
ya que además de sutura
deben los días curarla,
porque persiste la herida
que nos recuerda una infancia...

Serán recuerdos eternos,
quizás, también, telarañas,
que con su corte profundo
dejen y enseñen su marca,
entonaremos entonces,
tiernas y largas plegarias,
para que acabe un proceso
que con el tiempo se alarga,
y es que la vida es un surco
donde penetran las aguas,
para embriagarnos de sueños
sin precisar de palabras,
y son las olas sublimes,
llenas de yodo y resacas
quienes reclaman silencio
mientras restañan mil lágrimas...

"...Hay cicatrices eternas
que no destilan ya nada,
pero que guardan muy dentro
una profunda nostalgia..."

Rafael Sánchez Ortega ©
23/07/18

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