4.430 - DE TERCIOPELO...



De terciopelo,
sentía las caricias
que me enviabas.

Eran tus dedos,
pinceles y batuta
de aquel adagio.

Tú dirigías
la brisa de un nordeste
desde tu lecho.

Y mientras tanto,
el baile de las olas
daba comienzo.

Baile de tarde,
pequeña romería,
desde la aldea.

Baile de noche,
con valses y miradas
que se fundían.

...Se despertaban
los ángeles inquietos
y sonreían.

Voces, suspiros,
susurros y jadeos.
¡Gran confusión!

Y el terciopelo,
sublime de tus dedos,
era el causante.

Rafael Sánchez Ortega ©
31/08/20

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