6.388 - EN UN SILLÓN...
En un sillón,
tu cuerpo descansaba
ante mis ojos.
Eras, gatita,
la reina de la casa
y lo sabías.
Buscabas mimos,
la mano y la caricia,
sobre tus lomos.
Tu pelo suave,
sutil y delicado
tenía embrujo.
Y eras el centro
la nota que, en la casa,
daba alegría.
Pero un buen día,
te fuiste y nos dejaste
con mucha pena.
Y nos quedamos
con fotos y recuerdos
de travesuras.
Èramos niños,
con cuerpo de mayores
y su inocencia.
Y nos dejaste
tus ojos y siluetas
en los rincones.
Hoy, el sillón,
reclama tu presencia,
y yo suspiro.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/11/25
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