A VECES LAS ESTRELLAS...


"...A veces las estrellas eclipsan a la luna..."

Hay veces que la luna, tan bella y reluciente,
parece que se borra, parece que enmudece,
entonces esa luna se queda indiferente,
se oculta tras la niebla y pronto palidece.

Si miras las estrellas, verás que están ardientes,
verás que su blancura desprende una sonrisa...
¡Son cosas del destino, delirios de las mentes,
locuras de poetas tocados por la brisa...!

Recuerda la mañana de un día diferente,
un día con la luna marchando en la alborada;
temblabas un poquito de frío simplemente,
buscabas esa luna y en ella su mirada.

Más solo las estrellas, de forma coherente,
sus guiños te enviaron y un beso renovado,
mandaron un suspiro y un beso hasta tu frente,
te dieron su mirada con brillo adamascado.

Recuerda aquella tarde, con luna ya creciente,
marchabas por la playa buscando las sirenas,
de pronto, entre las olas, tú viste tristemente,
la niebla que surgía sin cantos ni novenas.

Tus pasos se pararon y luego, lentamente,
surgieron las estrellas con puntos luminosos,
salieron tras la niebla de forma sedicente,
y rezos de tus labios mandaste temblorosos.

Por último recuerda la noche tan ardiente,
un baile en la escollera y la luna y su reflejo...
De pronto fue la bruma quien vino tan hiriente,
rompiendo la ternura y dejándote perplejo.

Más prestas, como siempre, surgieron diligentes,
llegaron las estrellas al baile de las doce,
vinieron a bañarse, coquetas, relucientes,
contigo compartieron el baile en aquel goce.

A veces las estrellas se baten febrilmente
pelean con la luna, sus bailes y vestidos,
y ofrecen sus caricias, sus rayos dulcemente,
con besos y suspiros que estaban escondidos.

Rafael Sánchez Ortega ©
31/01/11

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