5.289 - LLEGÓ EL SILENCIO...



Llegó el silencio,

no trajo gabardina

ni otro ropaje.


Con él, desnudo,

camino por la vida,

sin saber dónde.


Yo le pregunto,

sin frases ni palabras,

y él me responde.


Así charlamos,

sabiendo que, en el fondo,

nos entendemos.


Hay muchos ratos

de calma y de sosiego

en nuestros pasos.


Pero en algunos,

hay gritos y alaridos

inexplicables.


Son de las almas

que ansían compañía

y la precisan.


Son de los niños

que buscan las sonrisas,

en los demás.


Por eso pienso

lo bueno y lo perverso

de este silencio.


Todo en su punto,

también en su momento,

y sin pasarse.


¡Llegó el silencio!!,

decía en el comienzo,

y al empezar.


¡Pues que se espere!,

me digo, ya que hay niños

en el poema.


Rafael Sánchez Ortega ©

23/11/22

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