RUMOR DE HOJAS...



¡Qué bonito es el rumor de las hojas, al caer,
impulsadas por el viento!

Sinfonía indescriptible de una música sublime
que nos deja la surada.

Cuchicheos y suspiros que se quedan en el aire
y que vuelan al oído.

Una tierna melodía cuyo nombre no me importa.

Se relajan las neuronas y hasta el alma
se me ensancha, lentamente.

Llueven hojas de los árboles y parece que es la nieve,
quien anuncia su llegada, en los copos tan dorados.

Te recuerdo Cenicienta, en este instante,
y hasta pienso si estarás escuchando estos acordes.

Es el viento y es el árbol. Son los plátanos altivos
que dan sombra a la calzada.

Por su lado transitaron nuestros sueños muchas veces
y hasta fuimos a su lado, tras las nubes
que escapaban de las ramas.

Quizás oigas los rumores y susurros de mis pasos
que se mezclan con la lluvia y esa nieve que te cuento
tan dorada y tan hermosa.

Fue algo tierno que creamos "sin palabras"
y que luego compartimos en silencio.

Yo era un pobre Peter Pan caminando por los bosques
y añorando mil caricias de la vida.

Y te vi en aquella tarde tan callada y silenciosa
que venías a mi encuentro.

Me miraste, y nos miramos, con los labios
esbozando una sonrisa.

Nuestras manos se enlazaron y sintieron
el calor con que la sangre bombeaba
nuestros pechos.

Yo te dije, en mi silencio, "si era un sueño"
y tú, también, con tu sonrisa seductora
respondiste "sin palabras".

...¡Qué bonito es el rumor de los recuerdos
como hojas desprendidas que regresan
y acarician nuestras almas!

Es otoño y tú no estás, aunque pervives
y te quedas, para siempre, entre mis sueños.

Rafael Sánchez Ortega ©
04/12/16

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