NO CIERRES LA VENTANA...



No cierres la ventana de tu alma,
gritaba un corazón muy dolorido,
que lleguen las canciones de las olas
y el polvo y el sudor de los caminos,
que vengan los olores y fragancias
de rosas, de violetas y de lirios,
llenando de perfumes las paredes
y entrando por rincones y pasillos,
es fácil que la brisa de los mares
nos deje su caricia en un suspiro
y luego que, estremezca nuestros cuerpos,
nos lleve de paseo hasta el Olimpo,
(recuerdos y deseos se confunden,
instantes de pasión nunca vividos,
estrañas sensaciones que amanecen
y buscan realidad en el instinto...)

No cierres la ventana de tu alma
si ansías conseguir vivir tranquilo,
espera que la nueva primavera
te muestre la ternura en sus sonidos,
la música, callada, de los bosques,
la dulce serenata de los ríos,
la nota silenciosa en la montaña,
la mano y partitura del mendigo...
No olvides los colores y las sombras
ni creas que los hombres no son niños,
quizás porque se visten de mayores
y llevan en sus labios el pitillo,
recuerda que las almas más sensibles
esperan de unos labios su cariño
y buscan ese verso y las palabras
que están en las pupilas sin ruido...

"...No cierres la ventana de tu alma,
gritaba un corazón a su destino,
permite que penetre la esperanza
del faro que te diga que estás vivo..."

Rafael Sánchez Ortega ©
13/06/18

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