AL FINAL...



Al final la brisa rozaba las sienes
y las palabras rebotaban en el alma.

Diciembre llegaba con su manto blanco
en el ambiente
y también con un montón de promesas
y de sueños.

En esos días todo parecía más puro 
y asequible,
como si el nuevo año pudiera restañar las heridas
y llevar la ilusión y la paz
a los corazones oprimidos.

Miré al cielo y creí ver una sonrisa 
entre las nubes.
Quise tomarla, 
alcanzarla con mis dedos
y colocarla en mi corazón de trapo.

Entonces vi la rosa tirada en el suelo 
y la tomé con mis dedos.

Rafael Sánchez Ortega ©
05/12/18

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