YO NO QUIERO A LA NIEBLA...



Yo no quiero a la niebla en el alma
ni tampoco sus labios resecos,
ya que siento la sed en los labios
y una llama que quema mi pecho
es por eso que busco en la tarde
una luz que me lleve hasta el puerto
allí esperan hambrientas gaviotas
desperdicios de pesca y anzuelos,
una sombra se acerca a la barca,
un altivo y precoz marinero,
en los ojos hay cierta nostalgia
y en su boca la pipa de enebro,
me estremezco al mirarle en la noche
y no sé, soledad, lo que siento,
una angustia que sale y me atrapa,
un dolor impaciente en los huesos...

Yo no quiero sembrar la discordia
escribiendo poemas y versos,
pues quisiera el descanso del día
a través de la pluma y mis dedos,
y es por ello que busco en la noche
los colores tan grises y negros
penetrando en la densa cortina
y llegando al ciprés de los muertos,
no me asustan abrazos silentes
ni el sutil embarazo del miedo,
aunque trote la sangre en las venas
y mis ojos anhelen el fuego,
notaré los aullidos del lobo,
en el grito furioso y tan seco,
que desgranan mezquinas gargantas
reclamando la luz de los ciegos...

"...Yo quisiera que tú me miraras
y volvieras conmigo, un momento,
a los tiempos de ayer que pasamos,
entre risas, caricias y sueños..."

Rafael Sánchez Ortega ©
13/11/18

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