4.450 - LA ANTIGUA SENDA...



La antigua senda,

apenas transitada,

nos esperaba.


Fue una cañada

que usaron los pastores

con las ovejas.


En ella duermen

recuerdos y romances

de viejos tiempos.


Quiero enseñarte

aquello que se esconde

bajo sus piedras.


Quiero que veas

las noches y los días

de esos lugares.


Quiero que sientas

el cierzo y tramontana

de la meseta.


Quiero que bebas,

conmigo, de las fuentes

y los arroyos.


Quiero que comas

el queso y la cecina

de los zurrones.


Y,  por supuesto,

allí quiero que vivas

un bello sueño.


Rafael Sánchez Ortega ©

18/09/20


(Esta vez es el recuerdo y la nostalgia de esos paseos, nos lleva, a las sendas y "cañadas reales" que he pisado tantas veces. Me sitúo en Gredos, allí, bajo el Almanzor, y pienso en una tarde, ya noche, con las estrellas apareciendo en el cielo y la senda al lado. Era un refugio de montaña y dos personas acudiendo a refugiarse de la brisa tras unas rocas de granito y tumbados en la pradera. Laten los corazones. Corre la sangre impetuosa. Brilla el cielo y sonríen las estrellas. Hay una comunión de dos almas, hay una trasferencia en los sentidos, hay unos sueños que se paran ante la efervescencia de la vida, hay un amor que se quiere compartir y hay una sonrisa que se extiende por el cuerpo con el beso que reciben.)

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