4.463 - CAFÉ CON LECHE...



Café con leche,

tomabas en la tarde,

con unas pastas.


Era tu tiempo,

minutos de descanso

y de evasión.


Quizás, entonces,

parabas en tus sueños

y fantasías.


Yo te miraba,

sumido en el silencio,

con reverencia.


De vez en cuando,

tus ojos me buscaban

y sonreías.


Quizás, entonces,

veía en ti a la estrella,

del faro y puerto.


Tus finos dedos

llevaban la tacita

hasta los labios.


Y allí apuraban

la crema y el rescoldo

de aquel café.


Luego volvías

al mundo de la infancia

y de mis sueños.


¡Tiernos recuerdos

de madre y de utopías,

con un café!


Rafael Sánchez Ortega ©

29/09/20


Es una figura entrañable y un cuadro que muchas veces hemos leído y pensado en vivir intensamente en algún momento de la vida con ese ser tan maravilloso como es nuestra madre. No recuerdo haberlo vivido así, exactamente, porque quizás nunca se dio esa ocasión, pero he tenido la suerte de poderlo "vivir" en mis sueños, en mis lecturas y de ahí este ensayo y estas letras que intentan, de alguna manera, reflejar el acto sencillo y un rato, en una tarde, con la persona maternal y querida.

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