4.479 - NO SE DETIENE...



 No se detiene

el tren, pasa volando,

sin darte cuenta.


Así es el tiempo,

pasando ante nosotros,

igual que el tren.


Aunque otros digan

que el tren somos los hombres

en esta vida.


El tren, aparte

del tiempo y de los hombres,

sigue su ruta.


Sus ventanillas,

dormidas, soñolientas,

siguen cerradas.


Pienso en las almas,

cerradas a la vida

y a los demás.


Aquellos trenes

llevaban pasajeros

y mercancías.


Hoy las personas

se escudan y disculpan

en las limosnas.


Y a todo esto,

la vida continúa,

y sigue el tren.


Rafael Sánchez Ortega ©

14/10/20


Todos tenemos en la retina la imagen de aquellos trenes con su locomotora y vagones que pasaban majestuosos por las llanuras y campiñas castellanas. Aquellas chimeneas que lanzaban columnas de humo de un carbón quemado como combustible que hacía mover aquel inmenso animal de hierro. Pero también recordamos la similitud de su avance con la vida de los hombres, con esas estaciones que pasan y están vacías, tantas veces, y con las miradas y pañuelos que salían a saludar y despedían, a unos ojos invisibles, en las novelas...

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