5.247 - ¡QUÉ MIEDO TENGO...!



¡Qué miedo tengo!,

decía de pequeño

al ver el mar.


Luego los miedos

cambiaron a sonrisas

viendo las olas.


Se transformaron

con algas y resacas

en poesía.


Y fui al mar,

sin prisas, muchas veces,

a saludarle.


Hablé con él

contándole mi vida

y hasta mis sueños.


También el mar

me hablaba y contestaba

con el nordeste.


¡Bendita brisa

que embriaga los sentidos

estremeciéndolos!


Hoy, aquel miedo,

le veo tan distante

que hasta sonrío.


Miedos de niños,

siguiendo a los mayores

en sus relatos.


Y es que la infancia

nos deja estos regalos

tan agridulces.


Por eso, el miedo,

aquel que ahora evoco,

va en estos versos.


Rafael Sánchez Ortega ©

14/10/22

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