SE DESCANSA DESPUÉS DE UN LARGO VIAJE

Se descansa después de un largo viaje,
con el alma que llora muy cansada,
con el cuerpo maltrecho y malherido
y una flecha en el pecho que no sangra.

Es hora de dormir, reponer fuerzas,
de limpiar en el alma telarañas,
de sacar tantos lastres y recuerdos
y volver hacia el cielo la mirada.

Hoy es día de luz y colorido
y también de canciones y esperanzas,
de correr sin dudar hacia el futuro
y de ir con el alma preparada.

No te importen las voces agoreras
ni las otras prudentes que te llaman,
simplemente no escuches lo que digan
y obedece a tu alma que te habla.

Ella ve mas allá de las fronteras,
más allá de los mares y montañas,
por encima de dunas y desiertos
y de cimas eternas blanqueadas.

Es tu alma la música sin freno,
ese algo que brota y que reclama,
ese dulce y cruel escalofrío,
ese beso que buscas en la nada.

Y es tu alma la nota tan variable,
la que llora, sonríe y la que clama,
la que pide y te habla con tus labios
la que busca la piel tan deseada.

La que duerme cansada en el silencio,
tras un viaje muy largo en la distancia,
suspendida del tiempo, en el abismo,
entre brumas y fuertes marejadas.

Ahora duerme, por fin, entre las sombras,
con sus ojos en paz, tras las pestañas,
este alma que vibra y que palpita
esperando que llegue la mañana.

Y quizás, cuando llegue el nuevo día,
notarán sus pupìlas la llamada,
con el rayo de sol, en un suspiro,
la caricia y el beso sin palabras.

Y también sentirá la dulce nota,
con el rayo de amor, rasgando el alba,
arrancando la frase mas bonita,
que pronuncian las almas, cuando aman.

Rafael Sánchez Ortega ©
01/01/10

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