ESCUCHABA A LA LLUVIA...


Escuchaba a la lluvia
y, a la vez, recordaba,
esos días lejanos
y también de la infancia.

Aunque a otros, el tiempo,
con candor acercaba,
entre el fuego y lujuria
de dos cuerpos en llamas.

¡Qué mensaje decía
esta lluvia que baja,
desnudando los pechos
y también a las almas!

Porque habla muy quedo
en susurros de plata,
y otras veces su idioma
es así, sin palabras.

Cada frase inherente
es la gota que cala,
que reslaba y suaviza
por la piel añorada.

Es la voz misteriosa
que te moja la cara,
que revuelve tu pelo
y recorre la espalda.

Un temblor infinito
se desliza en las nalgas,
y desbordan los coros
de la orquesta del agua.

¿Quién pudiera ser lluvia
y cambiar la distancia,
transformando recuerdos
con un halo de magia...?

"...Escuchaba a la lluvia
y, sin duda, pensaba,
en las tardes de estío
y en tu boca cercana..."

Rafael Sánchez Ortega ©
18/05/17

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