ESTOY CANSADO...



Estoy cansado y la niebla 
atenaza los sentidos.
Qusiera poder gritar, 
correr, huír del mundo 
y caminar por los senderos de antaño.

Me gustaría tener unos ojos esperándome
y unos labios musitando mi nombre,
en un suspiro.

Pero lo más importante sería,
poder sentir la sangre alborotada,
(mi sangre),
el corazón a punto de explotar
por esas ganas locas 
de llegar al lado de la persona amada
y poder escuchar, allí, 
su voz y sus latidos 
en el poema más hermoso 
que nadie pudo escribir jamás.

Rafael Sánchez Ortega ©
11/04/19

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