5.505 - UN DULCE CANTO...



Un dulce canto

del pájaro en el bosque

que despertaba.


Con el murmullo

del río cristalino

en los meandros.


Era un buen día

de junio y primavera

que terminaba.


Fuimos, sin prisa,

testigos de la magia

y de su encanto.


Y es que el encanto

del bosque enamoraba

por su hermosura.


¡Qué colorido,

del cuadro de la vida,

y pinceladas!


Era un regalo

que el cielo nos dejaba

para los ojos.


Eran caricias

llevjando a los sentidos

algo sublime.


Y en ese sueño

estábamos nosotros

en un abrazo.


Rafael Sánchez Ortega ©

14/06/23

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