5.506 - EL SUAVE VIENTO...



El suave viento,

con brisa del nordeste,

se despertaba.


Era temprano,

llegaba en las resacas

de las mareas.


Bello reflujo

con olas en la playa

para dormir.


Tú las mirabas,

parando en el paseo

de la mañana.


Y hasta sentías

la brisa por tu cuerpo

con sus caricias.


Te estremecían

sus dedos invisibles

al recorrerte.


Y hasta tus ojos

soltaban unas lágrimas

viendo aquel cuadro.


Tu corazón

corría y galopaba

muy desbocado.


Era la sangre

y el alma enamorada

que en ti vivía.


Por eso mismo

tus labios recibieron

del viento un beso.


Rafael Sánchez Ortega ©

15/06/23

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