5.980 - SENTÍ UN ESCALOFRÍO...



Sentí un escalofrío

al ver que no llegaba,

la luz y la alegría

de todas las mañanas.


El día estaba triste

con nubes emplomadas,

y un viento de nordeste

llamando en la ventana.


Así que un fiel suspiro

salió de mi garganta

y fue con mis pupilas

en busca de la playa.


La vi con sus arenas

y olas encantadas,

llegando, como siempre,

con garbo y con resacas.


Supliendo, su presencia,

la ausencia comentada,

de luz y de alegría

a cambio de las aguas.


El mar con sus misterios,

las aguas encantadas,

y en ellas los relatos

de viajes y piratas.


Los sueños juveniles

al son de las campanas,

dejándonos las horas

en tardes soleadas.


Y aquellas romerías

que veo tan lejanas,

recuerdos de un pasado,

latente en mis pestañas.


El tiempo no perdona

y llega y se nos pasa,

la vida es un susurro

perdido entre la nada.


Rafael Sánchez Ortega ©

04/10/24

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