HE DETENIDO EL MUNDO EN UN INSTANTE

He detenido el mundo en un instante
para extraer del mismo toda vida,
quiero entregarte aquí, tan lacerante,
la daga que causó mortal herida.

El beso rechazado y vergonzante,
la llama ya apagada y aturdida,
la mano de aquel tierno acompañante,
que hacía de cayado en tu caída.

Mas tienes que partir, ¡oh mundo extraño!,
no quiero sufrimientos por tu culpa,
ni quiero el beso tierno tan ansiado.

Quiero sólo la paz, año tras año,
la quiero sin recelo ni disculpa
y menos por amar sin ser amado.

Rafael Sánchez Ortega ©
11/10/10

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