EL TIRANTE...


(Poema satírico...)

Era un tirante, tirante,
sujetando unos calzones,
que tapaban las vergüenzas
de unas partes inferiores.


El tirante era de goma,
la que estira y la que encoge,
y por eso, con cuidado,
se le quita y se le pone.


(No confundas las palabras,
¡oh lector, de mis amores!,
pues la goma es al tirante
y no aquello que supones.


Hay que ser muy mal pensado
y pensar qué goma escoges,
si es de fresa ó de vainilla,
ó de luces y colores).


Más volvamos al tirante
y al calzón de los rubores,
sin tirantes la barriga
se pronuncia con pronombre.


Más dejemos la gramática,
el tirante es de los soles,
si se pone bien alumbra,
si se pone mal se esconde.


Hay dos clases de tirantes
y los dos tienen razones,
de prestar bien el servicio
al cuartel de sus rubores.


Uno tira para arriba
y da vueltas y bemoles,
en el pecho y en la espalda
suspendiendo los calores.


Otro busca más abajo
esa nota sin sus sones,
ese arpegio que se oculta
entre flautas y entre acordes.


Al final, lector querido,
no es arnés la prenda innoble,
es tirante simplemente
el guardián de los cojones. (*)


Rafael Sánchez Ortega ©
28/04/11

(*) Para enriquecer el lenguaje, (y sin ánimo de ofender a nadie), incluyo una palabra aceptada por la RAE: cojón, igual a:


(Del lat. colĕo).
1. m. malson. testículo.


cojones.
1. interj. U. para expresar diversos estados de ánimo, especialmente extrañeza o enfado.


Como se puede comprobar hay dos acepciones, así que dejo a la imaginación del lector que utilice la que quiera. Total creo que el tirante ó los tirantes, lo merecen.)

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