ES INVIERNO.


Parece que hace frío y el invierno
ha llegado en un instante.
Cae la lluvia y resbala lentamente
en los cristales.
Un cielo gris y oscuro se ve detrás,
en esas nubes frías e indolentes que ahora
nos abrazan.
Yo me encojo, como tantas veces en estas fechas,
pero hoy me encojo aún más
con un poco de tristeza.
Quizás el día sea consecuente con mis actos infantiles,
quizás la nostalgia y el recuerdo de unos rostros
y facciones muy queridos,
quizás la bambalina de mis sueños que no paran
y descansan.
Y entre ellos estás tú, Ciudad Recuerdo,
el mítico lugar que nunca olvido,
el mundo concentrado de mis sueños,
la dulce sinfonía de los mares
que nos llega con su arena y su salitre.
Y en ese sitio tan hermoso vuelvo a verte
y a sentir tu voz inconfundible,
el murmullo que me cuenta tantas cosas,
que me habla y tranquiliza,
que me cuenta de su casa,
que pregunta por la mía, y es, entonces,
cuando siento que la vida se ha parado,
cuando veo a la gatita que se llega hasta mi lado,
que se sube a mi regazo y se acurruca entre
mis brazos a buscar una caricia de mis dedos,
con un dulce ronroneo, y sus uñas
amasándose en mi ropa y sacándome unos puntos.


Yo me embriago de ese acto y lo disfruto,
saboreo las palabras que me llegan con tus versos,
hago míos tus poemas y los dejo simplemente
que penetren en mis venas.
Es tu voz una cadencia silenciosa,
un embrujo que sortea mil escollos,
una bella mariposa que regresa a mis oídos,
una nube deslizada de tus labios a la tierra,
un suspiro inenarrable que precisa quien lo tome.


Y es por eso que te siento y que te veo,
que palpito con la sangre de tus venas
y que busco en el pasado tu sonrisa
y me encuentro, como ahora, que el otoño
se ha marchado,
que la nieve está muy cerca,
que ya apuntan en las sienes esas canas
del invierno,
que la alfombra tan dorada de los bosques
se ha perdido y se ha fundido con el barro
y que lloran las estrellas en la noche, temblorosas,
en un cielo que se apaga y que se muere...


Es invierno y yo me pierdo entre mis sueños...


Rafael Sánchez Ortega ©
02/12/11

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