SE PRODUCE UN GRAN SILENCIO...


Se produce un gran silencio
cuando lloran las estrellas,
y unas lágrimas furtivas
acompañan los cometas.

Te preguntas por qué lloran
si son blancas y tan bellas,
y si llevan la sonrisa
en sus labios siempre prestas.

Si acompañan a la luna
y también a las sirenas,
y hasta escuchan sus canciones
de jarana y de berbena.

Lloran, quietas y en silencio,
y nos dejan su tristeza,
las estrellas tan preciosas
diminutas y coquetas.

Yo quisiera ser un hada
con poderes sobre ellas,
y llevarles la ternura
que precisan y desean.

Les daría mi pañuelo
con la brisa siempre fresca,
que aliviara sus dolores
y también todas sus penas.

Les daría un dulce beso
en su cara y en sus cejas,
restañando en sus mejillas
esas lágrimas tan tercas.

Más no haría una pregunta
por el llanto, tan siquiera,
y mis labios, sin palabras,
hablarían sin reserva.

Contarían los momentos
de las noches tan serenas,
en que vine a comtemplarlas
desde el patio de la iglesia.

Les diría de otros ratos
en la barra y la ribera,
con mi mano hacia los cielos
intentando recogerlas.

Más también les hablaría
de mis sueños y poemas,
de los versos inspirados
en la playa y en la arena.

Les diría tantas cosas
intentando protegerlas,
y secarlas ese llanto
y esas gotas con sus perlas...

"...Se produce un gran silencio
cuando lloran las estrellas,
y sus lágrimas furtivas
yo no quiero que se pierdan..."

Rafael Sánchez Ortega ©
30/12/11

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