NO BUSQUES LOS DESPOJOS DE LA VIDA...



No busques los despojos de la vida
por calles polvorientas y mercados,
es fácil que no encuentres la respuesta
que quieren y precisan tantos labios.

Un día caminaba lentamente
un pobre soñador con su cayado,
llevaba fantasía en la mochila
y un trozo de ilusión entre sus pasos.

Quería libertad para sus ojos
y un mundo sin temblores ni borrachos,
si acaso la embriaguez de los humildes
aquellos con sus versos caducados.

Quería ser un niño simplemente
y el joven tembloroso junto al árbol,
la mano vacilante del artista
grabando el corazón enamorado.

No busques los retales de la herida
ni sangre en los alberos de los años,
la tierra se ha cubierto del rocío
y el polvo se ha quedado aletargado.

El barro de la vida y los sudores,
la sabia del ciprés y el dulce llanto,
del mirlo y el gorrión tan cantarinos
que alegran con sus trinos encantados.

Es fácil que, en el río, la corriente,
vacile por cascadas y meandros,
abrace como nunca a las orillas
y duerma dulcemente en los remansos.

Por eso, corazón, sueña tranquilo,
no temas al amor que duele tanto,
apura los latidos de tu pecho
y arropa ese vacío entre tus brazos.

"...No busques los rosales por la vida
y mira a quien te espera en tu costado,
quizás con la sonrisa de su boca
y el agua, en la mejilla, por su llanto..."

Rafael Sánchez Ortega ©
21/04/15

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