NECESITO UN PASTEL...


Necesito un pastel y un plato largo,
unos dedos que estiren esa nata,
que rebusquen hojaldre en las esquinas
y la fresa que atrapa las miradas.

Porque tengo sabores agridulces,
sensaciones de sed en la garganta,
y un runrún recorriendo paladares
que me llenan, asolan y maltratan.

Soy goloso, lo sé, por experiencia,
desayuno con leche desnatada,
seis bizcochos bañados en azúcar
y el ligón, cola cao, les acompaña.

Luego estiro los brazos en silencio,
hasta sueño caricias con el alba,
y me asciendo los quince cascabeles,
(escalones que van hasta  mi cama).

Necesito un pastel con unos labios,
unos besos sinceros y de plata,
una dulce sonrisa soñadora
y al final un paseo en una barca.

Porque quiero, de veras, seducirte,
entregarte la cruz de la medalla,
porque llevas la cara, tan hermosa,
ya prendida en el fondo de tu alma.

Soy goloso, lo sé, lo reconozco,
y mi lengua resbala por tu espalda,
rescatando la miel de las colmenas
y ese néctar que corre en tu garganta.

Y por eso rebaño y paladeo
ese plato citado y su cuchara,
(cucharilla la llaman en mi tierra,
como lengua traviesa y solitaria).

"...Necesito que sigas a mi lado
y me ofrezcas pasteles y corbatas,
para así desarmar a mis sentidos
con un beso goloso y sin palabras..."

Rafael Sánchez Ortega ©
20/01/16

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