NO QUIERO SOMETER A TU VENTANA...



No quiero someter a tu ventana
al flujo y al reflujo de mis ojos,
ni quiero que entre el sol por tu solana
a dar vitalidad a los matojos.

Es fácil predicar en la desgana
hablando de personas y de piojos,
lo duro es pelear, a ver quien gana,
con vara de laurel y sin anteojos.

Volvamos a tus ojos soñolientos,
veamos con paciencia la ternura,
tratemos de captar los sentimientos
de un tierno corazón con su hermosura.

Es fácil que al final, con estos cuentos,
los locos recuperen la cordura.

Rafael Sánchez Ortega ©
24/11/16

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