4.096 - ME PREGUNTO...


Me pregunto 
si hice bien al sugerir esta manera de comunicarnos, 
de escribirnos, 
de mantener viva una comunicación 
que hasta ese momento era sincera 
y hasta hacía soñar con la esencia de la poesía...

No lo sé, no tengo respuesta a esTa pregunta, 
pero si me digo que tengo miedo. 
¡Sí, miedo!
Es como si no me atreviera a dar ese primer paso, 
a balbucear las palabras escritas 
que lleven un mensaje 
y que el mismo no sepa decir 
lo que de verdad siento y pienso.

Pero bueno, intentaré romper ese "miedo conmigo mismo" 
y dar ese paso adelante. 
Pensaré en ti y en los poemas, 
buscaré los restos de melancolía 
que me pareció ver volando sobre el lago, 
como unos versos que llevaban los flamencos en su vuelo, 
y luego, si es posible, intentaré posarme 
en ese bosque donde abundan los elfos y los gnomos. 
Quizás exista la casita encantada, 
aquella que tantas veces visité de niño 
y donde pude soñar en la infancia añorada y ya lejana. 
Si lo consigo te contaré de ella, 
te hablaré de muchos momentos 
y lo haré sin nostalgia, 
con la inocencia de aquellos años 
y con las conversaciones de los ríos y montañas, 
en aquellos monólogos interminables, 
cuando el día se despedía.

Estoy seguro de que puede ser algo bonito, 
y que si es posible, te enseñaré los nidos de las águilas 
y escalaremos las paredes calizas 
hasta llegar al monte olvidado donde se encuentran vigilantes. 
También veremos a los rebecos asustadizos 
y, si llegamos a tiempo, 
podremos gozar del ocaso 
y la despedida del sol tras las cumbres nevadas, 
dejándonos esos besos en el cielo 
con su manto anaranjado, que enamora.

Me pregunto si serás capaz de aguantar 
estas líneas y no cerrar antes, el cuaderno, 
sin aburrirte.

Un abrazo en la tarde,

Rafael

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