5.723 - YO CONOCÍ, UNA VEZ...



Yo conocí una vez

un niño carpintero,

sin padres, sin estudios

y lejos de colegios.


Así empezaba un día,

contándonos un cuento,

un hombre que, en la plaza,

pasaba por ser ciego.


Y mudos escuchábamos

aquel relato intenso,

de labios temblorosos,

del ciego y pordiosero.


Un niño sin estudios

llegaba desde el cielo

centrando en el relato

la vida con sus versos.


Y entonces, un poema,

me vino al pensamiento,

un Niño, allá, en Oriente

crecía entre camellos.


Pastores le adoraron

Y Reyes con incienso,

también con oro y mirra,

regalos le ofrecieron.


Yo conocí, una vez,

a un hombre, tal vez ciego,

narrándonos la historia

de un Niño Carpintero.


Y el hombre aquel, temblando,

a Dios pidió un deseo,

la Paz para los hombres

y Amor al mundo entero.


Rafael Sánchez Ortega ©

18/01/24

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