5.724 - LAS ALAS BLANCAS...



Las alas blancas de enero

ya rozaban las montañas

y dejaban en sus riscos

una lona inmaculada.


A la orilla de la fuente

me paraba y escuchaba,

el murmullo de las aves

con el dúo de las aguas.


Y miraba hacia lo alto,

a las sienes plateadas

de las cimas y colinas

con la nieve dulce y clara.


Era invierno, todavía,

no cantaban la calandrias,

ni los mirlos y jilgueros

se veían por la campa.


Y así enero iba pasando

con la aldea resguardada

de ventiscas y aguaceros

y de lluvias y nevadas.


Yo volvía del paseo,

la pequeña caminata,

que mis pasos emprendían.

cada día en la mañana.


Y venía a la casona,

la casita de mi alma,

donde estaba la familia

aguardando mi llegada.


Y en la puerta de la misma,

de mis labios escapaban

unos besos a la cara 

de otras sienes más cercanas.


Tierna madre, te recuerdo,

temblorosa y delicada,

esperándome nerviosa

a comerme tu fabada.


El cocido del invierno

en la fuente bien colmada,

y las risas y las bromas

que dejaban las palabras.


Hoy recuerdo aquellas días,

del invierno con sus alas,

y los ojos se me nublan

y se mojan las pestañas.


Rafael Sánchez Ortega ©

19/01/24,

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