UNA PREGUNTA SIN FECHA...


Una pregunta sin fecha
surge del cielo y la brisa:
-"¿Me quieres, amor, me quieres?"-,
y se estremece mi vida.

Miro y remiro hacia el alto
entre las nubes tranquilas,
para observar que el silencio
es la mejor poesía.

Nadie se encuentra mirando,
nadie en sus labios musita,
esa pregunta directa
para nublar mi sonrisa.

Porque si quiero o no quiero
es la cruel melodía,
es esa nota del arpa
que ya creía perdida.

Hubo una vez una imagen
que encandiló mis pupilas,
y me llevó hasta su lecho
y hasta besó mis mejillas.

Es un recuerdo entrañable
del que restaño la herida,
es una rosa temprana
de la que queda una espina.

Pero el reloj no se para
y continúa la vida,
se hace dolor del silencio
entre la llama y ceniza.

Surge la duda en el pecho
mientras el alma camina:
-"¿Me quieres, amor, me quieres?"-,
es la pregunta infinita.

Y ya no tengo respuestas
porque el amor no es de un día,
tampoco el sueño robado
ni la pasión conseguida.

Amar es algo más grande,
algo sin nombre y divisa,
algo que surge en el alma
para entregar día a día.

Entonces siento en el pecho
eso que cambia mi vida,
es el poema que llega
con una flecha divina.

Es la respuesta que espero
de la mirada tan linda,
esa que buscan mis ojos
por la lejana campiña.

En ella hablan los versos
con su palabra precisa,
salen del labio paciente
que los susurra y musita.

Y los acerca a mi lado
y los comparte enseguida,
para enterrar el pasado
con su verdad y mentira.

Sueño que sueño un instante
y hasta mi alma vacila,
creo que estoy en los cielos
junto a la musa divina.

-"¿Me quieres, amor, me quieres?",-
es la pregunta vencida
y le contesto al silencio
con mi respuesta vacía.

Rafael Sánchez Ortega ©
07/02/12

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