ME ACUERDO...



Me acuerdo de una noche,
perdida de la infancia,
las sombras me cubrían
y el miedo me embriagaba,
entonces vi la luna
llegando con su magia,
los ojos sonrientes
y el blanco de su cara,
me dijo, en un susurro,
que no temiera nada,
y un cuento de sus labios
salió de sus palabras:

"Arriba las estrellas
y abajo las cigarras,
buscaban a los niños,
y en ellos disfrutaban,
jugando por el bosque
con elfos y con hadas;
se hicieron muy amigos
de ciervos y de ranas,
también de girasoles
y setas encantadas;
pidiendo a las alondras
dormir en su cabaña,
un día un pastorcillo
lloró porque una vaca
perdió su ternerito
muy cerca, en unas matas,
y entonces surgió el roble,
llamó a la anciana haya,
y fueron en auxilio
del ser de cuatro patas,
y el dulce ternerito,
volvió junto a su amada,
la madre primorosa,
del cuento y la esperanza;
la vaca enternecida,
mugió dando las gracias,
lamió a su ternerito
volviendo hasta su cuadra"

Los niños se durmieron
prendidos de la nana,
los árboles del bosque
tejieron telarañas,
muy lejos de los ríos,
detrás de las cascadas,
y lejos de las gentes
que no entendían nada.
¡Bendita es la inocencia
del niño que se escapa
y busca en las estrellas
el brillo de su alma!

"...Me acuerdo de una noche
lejana, como tantas,
que ahora yo la añoro
sintiendo su nostalgia..."

Rafael Sánchez Ortega ©
10/02/18

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