PASÓ MAYO, EN UN MOMENTO...


Pasó mayo en un momento
y llegaron las tormentas,
tan frecuentes en verano
y que alteran a las setas.

Hay tormentas en los cielos
y tormentas en la tierra,
igual pasa en nuestras almas
que por miedo están inquietas.

Y a ese miedo me refiero,
el que el hombre no doblega,
el que encorva sus espaldas
y le sume en mil tinieblas.

Son los miedos de las dudas,
telarañas que, con nieblas,
hacen daño a los sentidos
y al amor que allí se gesta.

Pasó mayo en un momento
y del mismo se conserva
los recuerdos bien vividos
de la paz y la belleza.

Hubo días especiales,
nos guiñaron las estrellas,
suspiramos a la luna
y soñamos con violetas.

Hasta fuimos, libremente,
por un campo sin cadenas,
donde niños y mayores
se tomaban su merienda.

Y también nos detuvimos
a tomar el agua fresca,
de una fuente cantarina
para alivio de las lenguas.

Pasó mayo en un momento
y hoy es junio el que se cuela,
el que viene con sus miedos
que hacen daño a la cabeza.

Y es aquí, cuando te miro,
y te digo que no temas,
que estos miedos son rescoldos
de un pasado que está fuera.

De un pasado ya vencido
y una cárcel con cadenas,
donde todo transcurría
con mentiras y flaquezas.

Hoy es junio, ya te digo,
y una nueva primavera,
ha llegado hasta las almas
y las dice que la vean.

"...Pasó mayo, en un momento,
y ahora junio es lo que cuenta,
con tus manos en mis manos
y el amor que en él me dejas..."

Rafael Sánchez Ortega ©
15/06/15

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