SE DICE...


Se dice que en el bosque no hay sirenas,
tampoco muñequitas de cristal,
si acaso las princesas de los cuentos
y algunos tulipanes que cortar.

Es cierto que los bosques son oscuros,
que tienen telarañas por demás,
que abunda la maleza, y las palomas
no suelen ver su sitio de jugar.

Se dice que en el campo los trigales
se tumban, por el suelo, como un flan,
no así las campanillas, temblorosas,
de algunas margaritas del lugar.

Es cierto que los niños las recogen,
y luego con ternura, se las dan,
al padre y a la madre que los mira
y entiende ese detalle como tal.

Se dice que, en los días de verano,
las aguas de los montes van al mar,
ya bajan revoltosas por los ríos
envueltas en crisol y tafetán.

Es cierto que la nieve, indiferente,
destila, lentamente y sin cesar,
cristales con sus gotas diminutas
que son como legañas de un fanal.

Se dice que las noches, tras los días,
son brumas con abrazos de azafrán,
y encienden las estrellas de los cielos
y llevan las gaviotas al nidal.

Es cierto que los hombres y los niños,
precisan carantoñas y algo más,
también las mariposas, juguetonas,
que sueñan y no cesan de volar.

"...Por ello yo me centro en los poemas,
las rimas que me agradan, de verdad,
los versos y suspiros de tus labios
que quiero y que deseo para amar..."

Rafael Sánchez Ortega ©
09/06/16

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