CUANDO LOS GORRIONES SE HAYAN IDO...


Cuando los gorriones se hayan ido
y enmudezca el bullicio de la casa,
entonces sentiré lo que he perdido,
el fuego y el calor junto a la brasa.

Es fácil emitir hasta un gemido
como hace el esqueleto y su carcasa,
del viejo galeón que yace hundido,
ajeno al aparejo y a la nasa.

Necesito un abrazo fuertemente,
dejando su caricia en mi costado.
Preciso que mi amor irreverente
se junte con el tuyo desbocado.
Entonces sentiré como el torrente
se mezcla con el río enamorado.

Rafael Sánchez Ortega ©
23/11/12

No hay comentarios: