HOY NO HE ESCRITO UN POEMA TODAVÍA...


Hoy no he escrito un poema todavía
aunque guarde los pliegues de tu cara,
y los versos fecundos de otros días
ahora estén silenciosos en el alma.

¡Es curioso el aroma de los montes
y la brisa sutil de la montaña!;
se conjuran y mandan a mi cuerpo
un abrazo que siempre me atenaza.

El abrazo con forma de cansancio,
de las cumbres inmensas blanqueadas,
me transmite infinitas sensaciones
que no sé ni siquiera de explicarlas.

Una paz se transmite en el silencio,
un adagio de nota iluminada,
un placer que desborda los sentidos
y que deja al espíritu sin habla.

Pero siento la luz en el costado
a pesar de ese viento que me abraza,
y me arranca otra vez de las pupilas
el candor inocente de unas lágrimas.

Quiero ser un pastor por esos montes,
una oveja perdida y descarriada,
un arbusto olvidado en los collados
y una flor inocente y sin palabras.

Hoy te abrazo montaña de mi vida,
y te digo que sí, que me haces falta,
que preciso el aliento de tus riscos
y las fuentes calizas tan preciadas.

Yo te animo, lector impenitente,
a que vengas y busques estas brañas,
a que sigas los pasos y las sendas
donde el hombre sembró sus esperanzas.

"...Hoy no he escrito un poema todavía
y me queman los versos con su entrada,
porque tiemblo y recuerdo cada instante
de este día precioso que ahora acaba..."

Rafael Sánchez Ortega ©
13/01/14

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