A VECES, LOS MAYORES...


A veces, los mayores,
cometen tonterías,
se olvidan que los niños
precisan mil caricias.

No saben que los sueños
son flores de la vida,
pequeños girasoles
de un campo de sonrisas.

Pequeñas mariposas
que vuelan muy tranquilas,
dejando en nuestro pelo
el néctar que respiran.

Diademas invisibles
de plata blanquecina,
en sienes soñadoras
rozadas por la brisa.

A veces, los mayores,
son niños todavía,
y juegan a piratas
en playas infinitas.

No atienden a razones
y ocultan sus envidias,
las negras telarañas
que cubren mil heridas.

Los celos infundados
del hombre que suspira,
quizás pidiendo amores
y un poco de utopía.

La venda de los ojos
del pecho que palpita,
los sueños necesarios
que el hombre así, precisa.

"...A veces, los mayores,
no ven el día a día,
y olvidan, a los niños
que ofrecen sus mejillas..."

Rafael Sánchez Ortega ©
30/08/14

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