DOS PÉTALOS ROZABAN TUS MEJILLAS...

Dos pétalos rozaban tus mejillas
en lágrimas silentes de nostalgia,
dos gotas con la lluvia de los ojos
sacando los suspiros de tu alma.

Eterna paradoja de la vida
dejando las señales en tu cara,
quizás como un adagio irreverente
de música sublime y sin palabras.

El llanto entre los niños es frecuente
y brota en un instante en sus fontanas,
los ojos tan sinceros cobran vida
y el agua nubla pronto sus pestañas.

Se llora por dolor, algunas veces,
y sufre el emisor por esta causa,
un simple tropezón es el motivo
del llanto singular que no se calma.

Dos pétalos rozaron tus mejillas
en besos de mis labios sin tardanza,
dos rosas sollozaron débilmente
y luego se durmieron con el alba.

Hermosa sensación la de esta escena,
vivida con frescura y esperanza,
sintiendo las caricias de la vida
y el soplo de la brisa en la ventana.

Ya llegan los temblores a tus manos
en forma de arabescos que se plasman,
y siguen la silueta de ese cuerpo
que gime por Amor en la distancia.

Se llora por Amor, y no se dice,
se oculta el sentimiento que te embarga,
y luego se mastica en el silencio
el fuego que te quema las entrañas.

"...Dos pétalos besaron tus mejillas
y en ellas se embriagaron de la magia,
de aquella sensación inenarrable,
que tú les ofreciste en una nana..."

Rafael Sánchez Ortega ©
02/09/14

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