A VECES ME PREGUNTO...

 
A veces me pregunto si estoy vivo
y es fácil que abandone esa esperanza,
me siento como un triste fugitivo,
que corre y que persigue una añoranza.

Se vive persiguiendo un objetivo:
la llama del amor en lontananza.
Los dedos impacientes con que escribo
protestan destemplados la tardanza.

No existe una respuesta a mi pregunta
y debo continuar el día a día.

Es fácil que me invada la locura
por culpa de esta extraña marabunta.

A veces es difícil la alegría
si anula el corazón a la cordura.

Rafael Sánchez Ortega ©
21/01/15

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