HOY HE VISTO A LA LUNA CRECIENTE...


Hoy he visto a la luna creciente
desplegar su belleza y su brío,
asomando entre nubes muy altas
y dejando su luz y su brillo.

He mandado a la luna un recado
y también unos versos cortitos,
pronunciando, con ellos, el nombre
que me dictan, mi pecho y latidos.

Hoy renace, otra vez, de las sombras,
y se asoma a la tierra en que vivo,
para ser la guardiana celeste
y la cara señera que admiro.

Muchos hombres cantaron su gloria
porque fue la madraza de niños,
y a la vez, la pastora callada
que guiaba el rebaño hacia el río.

Hoy he visto a la luna creciente
y temblé, como tiemblan los lirios,
al sentir el frescor de la noche
y, sin duda, el creciente rocío.

No he sabido ocultar ese beso
que a la luna mandé con sigilo,
ni he podido impedir, a mi mano,
que tejiera el poema que escribo.

¡Cuántas veces he escrito a la luna
esperando el mensaje divino,
la respuesta, quizás, a mis letras,
que llegara cual leve suspiro...!

Pero hoy, que le mando mis besos,
a esta luna que empieza el camino,
yo sé bien, que a lo lejos, tus labios,
sentirán el mensaje que envío.

"...Hoy he visto a la luna de plata,
en creciente, luciendo un vestido,
y le dije que sí, que te amaba
para ser ese verso que ansío..."

Rafael Sánchez Ortega ©
20/07/15

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