CUANDO SIENTES SU ROCE...


Cuando se siente su roce
algo en el aire se hiela,
hay un rocío en el alma
y se entumecen las venas.

Se evita siempre su nombre
y su presencia se niega,
porque se quiere muy lejos
esa figura siniestra.

Hablamos hoy de la muerte
y de la fiel compañera,
en un susurro tan solo
para que nunca aparezca.

Pero si un día nacimos
hemos venido con ella,
(algo que todos sabemos),
aunque si bien estremezca.

Cuando se siente su roce
algo se rompe y se quiebra,
algo sin nombre y sentido
y que no tiene respuesta.

Mucho han querido los hombres
ese vivir sin cadenas,
y estar lejanos al viaje
que cruzará las fronteras.

Más su saber ha chocado
entre el destino y la ciencia,
y así han pasado los siglos
y así han corrido las eras.

Todos nacimos del barro
para volver a la tierra,
tierra de donde partimos
y donde el cuerpo regresa.

Cuando se siente su roce
algo en el alma se altera,
aunque se espere sin miedo
y aunque florezca la pena.

Porque la vida es bonita
y no queremos perderla,
aunque ignoremos la hora
y la estación y la meta.

Mueren los ricos y pobres,
mueren los niños que sueñan,
y la siniestra guadaña
llega también al poeta.

Pero miremos sin miedo
esa figura tremenda,
la que estremece las almas
con su profunda cadencia.

"...Cuando se siente su roce
déjate atrás tus tareas,
y ve corriendo a su encuentro
mientras suspiras y rezas..."

Rafael Sánchez Ortega ©
13/04/13

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