LOS SUEÑOS DE AZUL AÑIL...



Los sueños de azul añil,
se quedan en la almohada,
y sólo añoro los sueños
que asoman tras la ventana.

Sueños dorados de estío,
de primavera e infancia,
sueños con luz y recuerdos
que hicieron vibrar el alma.

Hoy necesito esos sueños
con el candor que llevaban,
y necesito el abrazo
de las estrellas doradas.

Porque la noche sin nombre
deja en mis hombros su escarcha,
mientras escucho la lluvia
que desde el cielo descarga.

Son mis pupilas que sirven
con insistencia una lágrima,
entre suspiros velados
y entre el temblor de mi cara.

Quiero los sueños perdidos,
quiero el azul que me falta,
quiero el añil sin promesas
para sentir que me aman.

Porque los sueños azules
fueron un día esperanza,
y la razón de una vida
que ilusionada se daba.

Más se quedaron anclados
entre la bruma escarlata,
en un desván polvoriento
lleno de hollín y nostalgia.

Hoy esos sueños añoro,
actualizados y en calma,
hoy ese azul necesito
para calmar mi garganta.

Hay una sed en el pecho
y una profunda resaca,
mientras la llama vacila
tras consumirse y se apaga.

Un corazón dolorido
gime sin una palabra,
lo hace buscando el silencio
aunque le hierva la entraña.

"...Los sueños de azul añil
nacen y mueren sin pausa,
más ahora quiero esos sueños
llenos de amor y fragancia..."

Rafael Sánchez Ortega ©
25/04/13

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