REGRESO,. AMOR...


Regreso, amor, después de un largo viaje
por tierras y por sendas extranjeras,
allí me fui cansado de la vida,
huyendo de recuerdos y tristezas.

Y vengo envejecido por el tiempo,
cansado de luchar contra galernas,
con viejos temporales del oeste,
y vientos con sus olas traicioneras.

Conservo reluciente el sentimiento
pulido en el crisol de las mareas,
pues quiere que le atiendan las ventanas
tus ojos de serena cenicienta.

Ansío los salitres de estos mares
y quiero las cenizas de la tierra,
aquellas que cubrieron tantos cuerpos,
de amigos y familias tan diversas.

Quisiera que las horas se parasen,
que el tiempo detuviera su carrera,
que un soplo de aire fresco me llegara
y presto me besara la cabeza.

Así me quedaría más tranquilo,
echando de mi lado las tristezas,
los sueños juveniles, que en deshora,
sembraron mis pupilas de entelequias.

Quisiera reposar en tu regazo
y ser el carcelero de tus penas,
el valle que recoja tus lamentos
y el labio candoroso que deseas.

Mas sé que mi destino está en la playa
haciendo crucigramas en la arena,
buscando mariposas de colores
y cuadros con extrañas marionetas.

"...Regreso, amor, y lo hago hasta tu lado,
cansado de remar y tanta brega,
mi cuerpo envejecido tiene prisa,
y quiere transmitirte su sal muera..."

Rafael Sánchez Ortega ©
03/11/13

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