YA SE DOBLAN LAS CAÑAS...


Ya se doblan las cañas
en la dulce albufera,
por el viento que sopla
y el levante que llega.

Yo no sé los motivos
de evocar a Valencia,
y traer al cuaderno
su lejana presencia.

Pueden ser las barracas
que leí en las novelas,
o el arroz tan dorado
de sus tiernas paellas.

Pero está, en esta noche,
sin dudar en mis letras,
esa imagen lejana
de la bella albufera.

Yo soñé, desde niño,
recorrer sus riberas,
embriagando mis sueños
de emociones diversas.

Y soñé, como tantos,
ser el Cid con Babieca,
derrotar los infieles
y tomar ciudadelas.

Era un niño, sin duda,
de Castilla la Vieja,
que bajaba del norte
con los sueños a cuestas.

Y dormí en almazaras,
en barracas pequeñas,
y en las playas sin nombre
que aun estaban desiertas.

Y llegué a la laguna
para ver la albufera,
y bañarme en sus aguas
de azafrán y violetas.

"...Ya se doblan las cañas,
las espaldas con ellas,
y los labios suspiran
por los besos que dieran..."

Rafael Sánchez Ortega ©
29/11/13

No hay comentarios: