QUISE SER EL GUARDIÁN DE TU MIRADA...


Quise ser el guardián de tu mirada
y me quedé, de pronto, en el silencio.
Entonces comprendí por qué se sufre
cuando se pierde el mundo de los sueños.

De nada me sirvieron las ayudas,
los brazos que vinieron a mi encuentro,
las trémulas sonrisas cantarinas
forzadas en los labios con el miedo

Estaba musitando quedamente
la prosa y la oración del padrenuestro,
miraba con los ojos encendidos
en busca de tu imagen por los cielos.

Más nada contestaba desde arriba,
tan solo los susurros de muy lejos,
de un aire huracanado que llegaba
formando remolinos muy violentos.

Entonces me detuve sorprendido,
mirando hacia la mar vi su reflejo,
la luna temblorosa y centinela
velaba con su faro marinero.

Las olas devolvían la silueta
formando mil figuras con su cuerpo;
la luna, como el hada de los bosques,
vivía su capítulo completo.

El vals tan caprichoso de las olas,
el baile de los niños y los ciegos,
la música sin nombre ni testigos
que enerva los sentidos y deseos.

Y entonces me quedé sin tu mirada
borrada con pesar de mi recuerdo,
se fueron con tus ojos los poemas
y el tierno escalofrío de tus senos.

No quise molestarte con palabras
y menos con pesares y lamentos,
te amaba más que a nada en este mundo
y quise ser de ti, tu prisionero.

"...Nostalgia, con pesar, por tu mirada,
y amor mal contenido al mismo tiempo,
la vida se compone de renuncias
y sueños de  un vergel en el desierto..."

Rafael Sánchez Ortega ©
14/10/12

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