DIME SILENCIO QUÉ ESCONDES...


Dime silencio qué escondes
y cuan celoso lo guardas,
ya ves que sigo mis pasos
bajo la lluvia del alma.

Sigo buscando ese beso,
el que dejaron con gracia,
las golondrinas fugaces
cuando movían sus alas.

Voy por la tarde serena
tras la silueta que marcha,
con ese sol del estío
que cierra ya las pestañas.

Soy como un niño curioso,
corro y le miro la cara,
pero una luna, en lo alto,
dice que no, ¡no hace falta!

Que no persiga al lucero
ni corra tras esa farsa,
que me concentre en la noche
y en las praderas tan blancas.

Que baje a los arenales
donde la mar y la playa,
forman un cuadro perfecto
para el que llega y se baña.

Dicen que salen sirenas
entre las sombras, ufanas,
y se pasean cantando
por las arenas doradas.

Pero el candor de la luna
hace volver a la infancia,
a esa carita traviesa
llena de amor y jarana.

Miro a la luna coqueta,
veo sus labios que hablan,
sueño que estoy a su lado
para escuchar lo que parla.

Porque sus labios silentes
son dos luceros del alba,
llenos de amor y suspiros
que hacen sonar las campanas.

"...Dime silencio qué escondes,
y no me digas que nada,
porque sé bien, que en tus labios,
alguien dejó mi esperanza..."

Rafael Sánchez Ortega ©
29/07/15

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